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La pequeña historia del Estudio Toponímico de Errenteria
Este trabajo surge a consecuencia del interés mostrado por el Ayuntamiento de Errenteria en realizar un estudio de la toponimia de todo el término municipal. Mediante un concurso público se convocó a todos los interesados y el tribunal decidió encargar el estudio al equipo integrado en Ikermap. El plazo estipulado fue de 18 meses de trabajo, si bien se ofertó el realizarlo en algo menos de tiempo. Diferentes avatares del equipo de trabajo y, sobre todo, la ingente cantidad de documentación e información que comenzó a aflorar hicieron que la entrega de la memoria final se alargara al doble de lo estimado en un principio. Sirva como consuelo ante tan larga y paciente espera que todo cuanto se ha hecho ha redundado en la calidad del estudio.
El concurso fue convocado en otoño de 1999 y en Febrero de 2000 se adjudicó a este equipo. A lo largo del año 2.000 y durante los primeros meses del 2001 se hicieron las encuestas orales y la investigación de campo. La investigación documental se alargó hasta mediados del año 2001. Con la gran mayoría de los datos en la mano, y con algunas dudas por despejar, se decidió realizar una exposición pública en la que todos los ciudadanos pudieran conocer el trabajo de primera mano y hacer cuantas alegaciones consideraran oportunas. La exposición pública se realizó a finales de 2001 y para ella se prepararon una serie de mapas que recogían toda la toponimia del municipio, así como los informes y las referencias documentales. Otro conjunto de mapas, croquis y fotografías hacían más amena la visita de la exposición.
Una vez terminado el período de exposición pública se entregó el borrador del trabajo a una serie de expertos en diferentes materias para que evaluaran y dieran su opinión sobre hechos puntuales del trabajo. Recibido durante la primavera de 2002 todo este nuevo punto de vista, se vuelve a repasar el trabajo y se prepara un nuevo informe -quasidefinitivo- que se entrega a Euskaltzaindia para su revisión a comienzos del verano de 2002.
La magnitud del trabajo y la exhaustividad con la que se trabaja en la Academia alargó las correcciones hasta la primavera de 2003. Una vez que se recibió el informe de Euskaltzaindia, se refundieron todos los textos, se repasó todo el trabajo y se consideró definitivamente terminado en junio de 2003. El mes de julio se dedicó a imprimir, fotocopiar y encuadernar todo la documentación.